Escribimos sobre el impacto humano y económico de la migración en Ecuador con historias que preservan memorias, integran comunidades y transforman economías.

SOMOS HISTORIAS QUE VAN Y VIENEN

Cada migrante que cruza una frontera lleva consigo una maleta repleta de recuerdos, aspiraciones y el coraje para reinventarse. En Ecuador, calles y plazas se llenan de estos relatos, transformando la vida urbana y enriqueciendo nuestra cultura con testimonios de integración y superación. Historias Migrantes es un proyecto periodístico que captura las historias que vienen y van, demostrando que, lejos de ser simples números, los migrantes son quienes forjan la historia de este país.

Aquí hallarás reportajes y testimonios que revelan los desafíos y triunfos de quienes eligieron al Ecuador como su hogar. Con periodismo de datos, investigación y trabajo de campo, ofrecemos una mirada profunda a cómo la migración impulsa la economía y transforma nuestras comunidades. Cada testimonio se presenta como una pieza clave que ilumina la convergencia entre migración, integración y desarrollo económico, demostrando que la diversidad abre nuevos caminos de convivencia. Historias Migrantes es, en definitiva, un recorrido narrativo por un país de encuentros y senderos compartidos, donde cada relato nos recuerda la importancia de conservar la memoria.

Relatos de migración e integración, contadas en primera persona por sus protagonistas.

Cuando adopté a Emma, comencé a echar raíces

Cuando adopté a Emma, comencé a echar raíces

Fotografía: Juan Diego Montenegro. Adrián Durán. Venezuela Cuando Emma llegó a nuestras vidas, supe que Ecuador sería mi hogar. Recuerdo que llevaba apenas una semana saliendo con Jeff cuando salimos a caminar. Entre los árboles, una señora cuyo nombre no recuerdo llevaba una cesta de mimbre. Dentro, una pequeña bola de pelo asomaba tímidamente. Mi madre la levantó con una sonrisa, y desde ese momento, Emma se convirtió en parte de nuestra familia. Tres años y medio después, Jefferson y yo nos casamos, con Emma como nuestra dama de honor. Llegué a Ecuador en agosto de 2016, después de vivir en Caracas. Nací en Trujillo, en los Andes venezolanos. Decidir venir aquí no fue inmediato. Al principio, pensaba en Chile, pero Ecuador se presentó como una parada estratégica, con una economía dolarizada que nos ofrecía una nueva oportunidad. Las primeras semanas fueron difíciles, pero la hospitalidad de una pareja de amigos compatriotas nos ayudó a empezar. A los pocos meses, ya estaba trabajando en varios oficios. Comencé en el comercio informal, pero pronto conseguí empleo en una agencia de relaciones públicas. En 2018, mi vida profesional dio un giro. Fui contactado por una consultora de comunicación estratégica y relaciones públicas. Nervioso, asistí a la entrevista en el lobby de un hotel cercano al aeropuerto. La conversación con la directora de la empresa fluyó con naturalidad. Fui contratado. Organizamos eventos, diseñamos campañas y gestionamos crisis. Las campañas de responsabilidad social son especialmente gratificantes. Rápidamente ascendí y ahora soy el director del área corporativa. Liderar un equipo y desarrollar estrategias para diversos clientes reforzó mi decisión de llamar hogar a Ecuador. Aún no dejo de ver otros lugares, mantengo ese instinto curioso de conocer el mundo. Pero me gusta aquí.
El cielo en Ecuador es diferente… es más azul

El cielo en Ecuador es diferente… es más azul

Fotografía: Juan Diego Montenegro. Saraí Gómez. Venezuela Llegué en bus un día soleado, hace cinco años. Todo era distinto, nuevo y hermoso a mis ojos. Quito me recibió con su cielo abierto, y mi acento cambió en un suspiro. Aprendí a decir “veci” y sentí que empezaba a pertenecer. Nunca había visto una alpaca, y al encontrarme con una, no pude evitar pensar que era un unicornio. Por si las dudas, la fotografié para atrapar un poco de su magia. Mi meta era estudiar, pero obtener mi pasaporte se convirtió en una quimera inalcanzable, escondida tras la burocracia y el costo. Mientras tanto, trabajé en diversos empleos, cada uno un capítulo de mi historia en Ecuador. Fue en una empresa de eventos donde descubrí el arte de la decoración con globos, un oficio que transformó mi vida. Me enamoré de cómo algo tan simple podría desatar una cascada de alegría. Convertida en empresaria de la decoración de fiestas infantiles, comprendí que mi trabajo iba más allá de embellecer un espacio. Era una alquimia de emociones, donde cada sonrisa era un reflejo de las ilusiones que construía. Los recuerdos son el legado más preciado, y en cada evento, dejaba un pedacito de mí, un eco de felicidad. Ecuador se convirtió en mi hogar, no solo por su paisaje y su gente, sino porque aquí aprendí a crear magia con mis manos.

AQUI VA EL TIME LINE

¿Eres inmigrante y has hecho de Ecuador tu hogar? Nos encantaría escuchar tu historia. Queremos compartir testimonios de esperanza y esfuerzo, destacando cómo contribuyes con tu trabajo y dedicación al desarrollo económico, la cultura y la diversidad de Ecuador.

Tu historia importa

Cada relato es una pieza fundamental en el mosaico de experiencias que enriquece nuestra comunidad. Si estás dispuesto a compartir tu viaje, tus desafíos y tus logros, contáctanos. Tu historia puede inspirar a otros y mostrar el impacto positivo de la inmigración en nuestro país.

¡Queremos saber de ti!

Llena el formulario para que podamos conocer más sobre ti y coordinar la mejor manera de contar tu historia. Juntos, podemos dar voz a las experiencias que están transformando Ecuador.

Por favor, activa JavaScript en tu navegador para completar este formulario.

Este proyecto periodístico es resultado de las Becas para la cobertura de la migración en Ecuador, otorgadas por la Fundación Gabo en alianza con el Banco Mundial y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), con el apoyo del Gobierno de Canadá y de la Oficina de Población, Refugiados y Migración del Gobierno de los Estados Unidos. Las opiniones, análisis y conclusiones aquí expresadas son responsabilidad exclusiva de los autores y no reflejan necesariamente la posición oficial de las instituciones que apoyan este trabajo.